Térmica Beach en Málaga inicia su primera fase con el 40% de las viviendas ya vendidas

Térmica Beach en Málaga inicia su primera fase con el 40% de las viviendas ya vendidas

Térmica Beach en Málaga inicia su primera fase con el 40% de las viviendas ya vendidas

En Málaga, donde el horizonte del mar se confunde con los nuevos proyectos urbanísticos, Térmica Beach emerge como símbolo de modernidad, planificación y buen pulso empresarial. Con el 40% de las viviendas ya vendidas antes incluso de culminar la primera fase, la promoción se posiciona como uno de los desarrollos más ambiciosos de la costa andaluza. Pero detrás del brillo de los renders y las vistas al Mediterráneo, hay algo igual de crucial: las licencias de actividad, las declaraciones responsables, las licencias de apertura y las licencias de obras. Documentos que, aunque discretos, sostienen la legalidad y la seguridad de todo lo que se construye.

Una licencia que marca el inicio de un nuevo horizonte en la fachada marítima de Málaga

La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga ha otorgado recientemente a los promotores —Ginkgo Advisor y Aedas Homes— la esperada licencia de obra que da luz verde a la ejecución de la primera fase del complejo: 173 viviendas repartidas en un edificio de once plantas, frente a la mítica calle Pacífico. Este paso no es menor. Representa el momento en que el papel se convierte en ladrillo, y la idea, en realidad. No hay obra sin permiso, ni confianza sin legalidad. Por eso, antes de mover una sola piedra, las promotoras han asegurado que todo el proceso cumpla con la normativa vigente y los plazos de la administración local.

La obtención de una licencia de obra no solo simboliza el comienzo de la construcción física del proyecto, sino la culminación de un complejo proceso técnico y jurídico. Este tipo de tramitaciones, que muchos ignoran hasta que las necesitan, son el auténtico cimiento de cualquier desarrollo urbanístico en España. Sin ellas, la maquinaria no arranca.

Ventas aceleradas y confianza inversora

En menos de un año desde el inicio de la fase de comercialización, Térmica Beach ha logrado vender 75 viviendas, más del 40% de las unidades de esta primera etapa. El perfil del comprador, en su mayoría nacional y especialmente malagueño, confirma la tendencia: la ciudad vuelve a apostar por su propio crecimiento. Los precios, que rondan los 500.000 euros más IVA, reflejan no solo la exclusividad de la ubicación, sino también el valor añadido de una gestión impecable de permisos y licencias. Sin una base documental sólida, ningún comprador confiaría en una inversión de semejante envergadura.

Licencias, declaraciones responsables y garantías para el inversor moderno

Hoy más que nunca, la importancia de las licencias de actividad, las declaraciones responsables y las licencias de apertura trasciende lo burocrático. En un entorno donde la sostenibilidad, la seguridad y la eficiencia energética son esenciales, contar con una tramitación urbanística y técnica transparente es sinónimo de confianza. Cada licencia concedida implica que el proyecto ha superado inspecciones técnicas, validaciones urbanísticas y normativas de seguridad industrial. Es, en definitiva, la mejor garantía para quien compra y para quien construye.

Además, los promotores destacan que esta primera licencia “posibilita la ejecución simultánea” de la promoción y de las obras de urbanización, que ya están en marcha desde agosto de 2024. Las tareas, lideradas por la constructora San José, avanzan con precisión milimétrica en la regeneración de una zona que, hasta hace poco, esperaba su segunda vida urbana. Así, la licencia de obras no solo da permiso, sino que activa la maquinaria económica de un entorno entero.

Térmica Beach: lujo, sostenibilidad y legalidad

La promoción, que se asienta en la conocida “Milla de Oro” de Málaga, ofrece viviendas de 1, 2, 3 y 4 dormitorios con orientación al mar, piscina infinity, solárium, gimnasio, spa, sauna, club social y zonas coworking. Pero más allá del lujo visible, hay una planificación meticulosa que vela por la seguridad estructural, el cumplimiento de las normativas urbanísticas y la correcta aplicación de la legislación sobre prevención de incendios y eficiencia energética.

Porque si algo define al mercado inmobiliario actual es la exigencia. El comprador de 2025 no busca solo vistas al mar: exige que su hogar esté respaldado por un expediente técnico limpio, por informes de impacto ambiental y por licencias en regla. Y ahí es donde proyectos como Térmica Beach marcan la diferencia. Su equipo ha sabido integrar diseño, ingeniería y administración para construir sobre bases legales firmes.

El impacto del RSCIEI y la nueva normativa industrial

Hablando de seguridad y normativas, no podemos olvidar la inminente entrada en vigor del RSCIEI 2025, el nuevo Reglamento de Seguridad Contra Incendios en Establecimientos Industriales. Este tipo de actualizaciones normativas influye también en el desarrollo de proyectos residenciales y mixtos, como Térmica Beach, donde conviven espacios de uso terciario, comercial y de equipamiento público. La correcta aplicación de estas normativas garantiza que la construcción cumpla con los más altos estándares europeos de seguridad y sostenibilidad.

El sector de la edificación vive un momento de transformación técnica sin precedentes. Y es precisamente ahí donde la declaración responsable cobra un papel esencial, permitiendo a las empresas iniciar actividades con agilidad, sin perder el rigor de las inspecciones posteriores. En proyectos de gran escala, donde cada fase depende de la anterior, esta figura administrativa se convierte en la llave que equilibra la celeridad con el cumplimiento.

Un modelo de urbanismo sostenible y bien gestionado

Con más de 11 hectáreas destinadas a usos residenciales, hoteleros, terciarios y comerciales, Térmica Beach simboliza el nuevo urbanismo malagueño: planificado, sostenible y conectado con las necesidades reales de la ciudad. A las 400 viviendas libres previstas se sumarán 273 viviendas asequibles gestionadas por el Ayuntamiento de Málaga, consolidando así un modelo de convivencia urbano que combina exclusividad con accesibilidad.

Pero ninguna de estas cifras tendría sentido sin la gestión técnica y legal que lo respalda. Porque detrás de cada torre que se alza hay un expediente revisado, una memoria técnica aprobada y una firma responsable que asume la legalidad del proceso. En ese sentido, Málaga no solo construye edificios, sino también confianza en su propio futuro.

El urbanismo del mañana empieza con una licencia en regla

Térmica Beach no es solo un proyecto inmobiliario; es un ejemplo de cómo la buena gestión administrativa puede acelerar el crecimiento de una ciudad sin comprometer la calidad ni la seguridad. En un contexto donde la burocracia suele percibirse como obstáculo, este proyecto demuestra que la normativa bien aplicada no retrasa: garantiza. Y que las licencias de actividad, las declaraciones responsables y las licencias de obras son, en realidad, el lenguaje con el que se escribe el futuro urbano de Málaga.

Porque, como suele decirse en los despachos de urbanismo, “una ciudad no se construye solo con hormigón, sino con confianza”. Y la confianza, como el buen ladrillo, siempre empieza con una licencia bien concedida.